BUSQUEDA EN PLAYAS
LAS PLAYAS
En todas las playas frecuentadas por turistas, se pierden o se abandonan objetos metálicos de todo tipo: gafas, mecheros, monedas, llaves, alguna joya y sobre todo toneladas de basura de todo tipo (pilas, aluminio, clavos, plomos de pesca, etc...). Las máquinas municipales que periódicamente limpian la arena de la playa, eliminan una parte importante de todos estos elementos, pero otra parte considerable, queda por debajo de su rango de actuación. Muchos de estos elementos son potencialmente peligrosos para los usuarios de una playa debido a su morfología punzante o cortante (clavos, latas) y otros suponen una peligrosa fuente de contaminación medioambiental (plomo, pilas).
Contrariamente a lo que muchos creen, los detectoaficionados no sólo encuentran monedas perdidas o abandonadas en las playas, sino que también retiran anualmente varias toneladas de los elementos metálicos potencialmente peligrosos anteriormente comentados.
Por tanto la labor de los detectoaficionados en las playas se ha de ver como lo que realmente es:
1) Por un lado se recuperan objetos de escaso valor perdidos o abandonados (mayoritariamente monedas de curso legal) que de otro modo jamás podrían ser recuperados.
2) Se recuperan a petición de sus legítimos dueños, objetos que han perdido recientemente en un área determinada (llaves, joyas, gafas, móviles, etc.) y que de otra forma sería imposible que pudieran encontrarlos.
3) Se eliminan anualmente en las playas varias toneladas de elementos metálicos contaminantes y peligrosos que sin la ayuda de detectores de metales sería imposible de localizar y extraer.
LOS DETECTORES
Hoy en el día hay docenas de modelos que cumplen perfectamente con los requisitos para una eficaz búsqueda en las playas, si bien hay algunos modelos a los que dedicándoles tiempo y con la ayuda de la experiencia pueden proporcionar mejores resultados que otros.
En nuestra opinión, funcionan muy bien en las playas los detectores de gama alta de las casas White's y Minelab, es decir, el Spectrum XLT y el Explorer respectivamente. No quiere decir que el resto de modelos sean malos ni mucho menos, sino que estos aparatos debido a sus múltiples posibilidades a la hora de personalizar el tipo de búsqueda pueden proporcionar mejores resultados si son utilizados adecuadamente.
LAS HERRAMIENTAS PARA LA PLAYA.
En este aspecto, sin duda, hay multitud de posibilidades de elegir una herramienta para excavar acorde al tipo de playa y a los gustos y costumbres particulares de cada buscador. Hay multitud de artefactos caseros que dan muy buenos resultados, pero sin duda los más conocidos y usados son los dos que mencionamos a continuación:
Nosotros recomendamos una piqueta o azada con la hoja de buena calidad, con la cual en 2 ó 3 golpes se pueden desenterrar la mayoría de los blancos. Una azadita de jardín con un mango de unos 50-60 cm. como la de la imagen es más que suficiente para la mayor parte de las ocasiones. Será muy útil a la hora de excavar en la arena húmeda o arena de calibre gruesa, mientras que verá muy reducida su eficacia en el caso de arenas secas y finas.
Otro punto a su favor, es que la visión de una piqueta o una azada en la mano seguro que puede disuadir a más de un amigo de lo ajeno de intentar atracaros a la salida de la playa.
Personalmente, no nos gustan demasiado los "Scoops" ya que sobre todo si la arena está algo húmeda se tarda una eternidad en cribarla y además no se puede excavar con ellos los blancos profundos.
De todas formas, pueden ser muy útiles y rápidos a la hora de cribar arena seca y fina.
Por ello, dependiendo del tipo de arena con que vayamos a encontrar en cada playa usaremos una herramienta u otra.
BUSQUEDA EN PLAYAS (3)
CONSEJOS BASICOS PARA LA BÚSQUEDA EN PLAYAS:
Tapad siempre los agujeros que hayáis hecho y retirad toda la basura que podáis. Os ganareis la simpatía de la gente. Intentad molestar lo menos posible a las personas que están tranquilamente tomando el sol. En nuestra opinión, la mejor hora para ir a detectar a la playa en verano es a partir de las 7 ó las 8 de la tarde, cuando la mayoría de la gente ya se ha ido y las hamacas se han recogido.
Tened paciencia, mucha paciencia con los críos. A no ser que vayáis de noche, tendréis siempre un enjambre de pequeños monstruos a vuestro alrededor preguntando, tocando, saltando y pisando el plato de vuestro detector. Paciencia. Recordad que vosotros también fuisteis niños y erais igual de pesados. Intentad explicarles de forma sencilla lo que estáis haciendo pero nunca, nunca, cometáis el grave error de darles una moneda: no os los quitaréis de encima en todo el día.
Ojo con los días que sopla viento fuerte desde el mar si vuestro detector no es sumergible. Antes de que os deis cuenta estaréis cubiertos por multitud de gotitas de agua salada que desde luego no beneficiarán en nada a vuestro aparato.
Parece increíble lo inconscientes que pueden llegar a ser algunos individuos. No hay día que no retiremos de la arena una docena o más de cristales procedentes de botellas rotas. La mayoría los encontramos por casualidad al desenterrar algún blanco, así que cuidadito con meter la mano sin mirar antes lo que hay entre la arena. Es obvio que tampoco es nada recomendable el rastrear yendo descalzos.
No está de más el confeccionar unas tarjetas de plástico para entregar a la gente interesada donde este anotado vuestro teléfono. De este modo quizás haya alguien interesado en llamaros para que le recuperéis algo que perdió en la playa. Si luego le cobráis algo por el tema es cosa vuestra. Desde aquí aconsejamos por lo menos cobrar los gastos de desplazamiento y un porcentaje del valor de la pieza (si la encontráis).